jueves, 10 de septiembre de 2009

No quiero y puedo


Sin duda que para desempeñar un trabajo en forma eficiente, hay que ser competente, capaz y preparado. Pero no basta ser hábil desde el punto de vista técnico; ya es sabido que la actitud también es fundamental para el logro de las metas. De hecho es uno de los niveles de análisis cuando se explica que es una competencia laboral.

Comparemos el círculo rojo y el naranjo. Si en su empresa tuviese dos trabajadores en esa condición y debe despedir a uno, ¿a quién despide? La mayoría de los encuestados responde que desvincularía al naranjo: "quiero pero no puedo". Obviamente que cumplir las metas es vital para la existencia de una organización, pero la persona que "puede y no quiere", en el mediano plazo crea un mal clima laboral, sembrando cizaña y socavando los cimientos del equipo de trabajo. En ambientes que requieran altos niveles de competencias transversales (trabajo en equipo, comunicación, liderazgo, persuasión, etc.) o habilidades, mal llamadas, blandas y, bajos niveles de competencias técnicas, es mejor optar por el naranjo. ¿Por qué? Porque una persona con actitud positiva y motivación tiene disposición a aprender, se esfuerza por lograr las cosas y está abierto al cambio, mientras que la persona de color rojo "rema para el otro lado", genera conflictos que afectarán los negocios de la compañía y no quiere cambiar en aquellas destrezas "blandas" (se comunica en forma poco clara, genera ruidos comunicacionales, chismes, etc.) No todo lo que brilla es oro.

Matriz de Jack Welch

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